ETERNO
Así que no nos fijamos en lo visible sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno.
domingo, 30 de junio de 2013
Jude Ryder.
"Caring for someone is scary because you both know how it feels to lose someone in the span of a heartbeat. But you can’t let fear dictate your life or else you’ll end up like me. Don’t live life hiding behind your past, live for right now. When you find someone you want to spend forever with, you don’t let them go, whether forever turns out to be a day or a year or a hundred years."
viernes, 31 de mayo de 2013
Life's too long for patience and virtue.
“Unlock yourself from the neurotic need to please. It erodes the soul. You will forever feel not quite good enough. Your worthiness becomes so expected, inevitably your defects become too easily seized upon, and indeed magnified. Everybody is needy, arrogant, callous, aggrieved, self-absorbed, petty, mean-spirited, spiteful, greedy, envious, ill-mannered and malicious in some measure, some of the time. Only when you accept that much of the pleasure of being alive is to enjoy your own horribleness, and the character flaws in everyone around you, will you find harmony and each day will pass more sweetly.”
— Charles Saatchi, Be the torst you can be,.
martes, 28 de mayo de 2013
domingo, 26 de mayo de 2013
"Entonces el río le preguntó:
- ¿Por qué no lloras si es pena lo que sientes?
- ¿Llorar?… llorar, ¿y para qué se llora?- preguntó extrañada.
- Se llora para aliviar las penas- le contestó el río, se llora, se canta y se ríe para aliviar las penas, pero primero, primero se llora.
- Entonces quisiera llorar un poquito pero ¿sabes, mi río?- le confesó avergonzada-, no sé llorar, porque hasta ahora nunca he llorado. ¿Cómo se hace para llorar cuando uno tiene pena?- preguntó la niña, que hasta entonces nunca había llorado de pena.
- Nacen en tu corazón unas lágrimas y se asoman a tus ojos- le enseñó el río-; esas, son lágrimas de pena.
- Una lágrima de pena- repitió para sí la niña-. ¿Cómo serán las lágrimas de pena?
El río oyó la pregunta y se compadeció de la niña:
- Asómate a mi orilla y mírate en mis aguas de colores, para que tu lágrima tenga todos los colores del mundo y tú puedas alegrarte- le dijo.
Tan triste se había puesto el río, tan suavemente pasaban sus aguas río abajo que se había olvidado por completo que ya no eran de color, que él y la niña los habían regalado todos.
Se inclinó la niña, asomándose a la orilla y una lágrima que había nacido en su corazón se asomó a los ojos y rodó despacito por la mejilla.
Era una lágrima grande, y era transparente como el agua del río que ya no tenía colores.
Otras lágrimas transparentes y cristalinas mojaron la carita de la niña y fueron cayendo al agua.
El río miró las lágrimas y se dio cuenta de que no tenían color; entonces se acordó de que los había regalado todos y, aunque estaba feliz de haberlo hecho pensó que le hubiera gustado tenerlos en ese momento, para aliviar la pena de la niña.
Ahora el cielo adivinó lo que el río pensaba y se puso a llorar despacito y el sol iluminó con sus rayos las gotitas de lluvia del cielo, y un arco iris apareció en el que estaban todos los colores del mundo.
Todos los colores que antes habían tenido las aguas del río.
La niña miró el arco iris y en sus lágrimas se formó otro pequeñito, pequeñito como había sido la niña, se metió por sus ojos y deshizo con sus colores las penas y le alegró el corazón.
La niña miró el río y vio su imagen en el agua, sonriendo. En la mejilla, sin atreverse a salir del todo, había quedado una lágrima rezagada, tímida, pura y transparente.
Había una vez, en un lugar cercano, un río.
Era un río muy ancho, que corría majestuosamente y sereno, llevando por su cauce toda el agua de la región.
Y era un río como los que tú conoces, sólo que sus aguas eran tan transparentes y puras como las lágrimas de los niños."
________________________________"¿Por qué el mar es salado?" de Saúl Schkolnik, 1984.
- ¿Por qué no lloras si es pena lo que sientes?
- ¿Llorar?… llorar, ¿y para qué se llora?- preguntó extrañada.
- Se llora para aliviar las penas- le contestó el río, se llora, se canta y se ríe para aliviar las penas, pero primero, primero se llora.
- Entonces quisiera llorar un poquito pero ¿sabes, mi río?- le confesó avergonzada-, no sé llorar, porque hasta ahora nunca he llorado. ¿Cómo se hace para llorar cuando uno tiene pena?- preguntó la niña, que hasta entonces nunca había llorado de pena.
- Nacen en tu corazón unas lágrimas y se asoman a tus ojos- le enseñó el río-; esas, son lágrimas de pena.
- Una lágrima de pena- repitió para sí la niña-. ¿Cómo serán las lágrimas de pena?
El río oyó la pregunta y se compadeció de la niña:
- Asómate a mi orilla y mírate en mis aguas de colores, para que tu lágrima tenga todos los colores del mundo y tú puedas alegrarte- le dijo.
Tan triste se había puesto el río, tan suavemente pasaban sus aguas río abajo que se había olvidado por completo que ya no eran de color, que él y la niña los habían regalado todos.
Se inclinó la niña, asomándose a la orilla y una lágrima que había nacido en su corazón se asomó a los ojos y rodó despacito por la mejilla.
Era una lágrima grande, y era transparente como el agua del río que ya no tenía colores.
Otras lágrimas transparentes y cristalinas mojaron la carita de la niña y fueron cayendo al agua.
El río miró las lágrimas y se dio cuenta de que no tenían color; entonces se acordó de que los había regalado todos y, aunque estaba feliz de haberlo hecho pensó que le hubiera gustado tenerlos en ese momento, para aliviar la pena de la niña.
Ahora el cielo adivinó lo que el río pensaba y se puso a llorar despacito y el sol iluminó con sus rayos las gotitas de lluvia del cielo, y un arco iris apareció en el que estaban todos los colores del mundo.
Todos los colores que antes habían tenido las aguas del río.
La niña miró el arco iris y en sus lágrimas se formó otro pequeñito, pequeñito como había sido la niña, se metió por sus ojos y deshizo con sus colores las penas y le alegró el corazón.
La niña miró el río y vio su imagen en el agua, sonriendo. En la mejilla, sin atreverse a salir del todo, había quedado una lágrima rezagada, tímida, pura y transparente.
Había una vez, en un lugar cercano, un río.
Era un río muy ancho, que corría majestuosamente y sereno, llevando por su cauce toda el agua de la región.
Y era un río como los que tú conoces, sólo que sus aguas eran tan transparentes y puras como las lágrimas de los niños."
sábado, 27 de abril de 2013
“Los resultados que obtenemos en un deporte, en el estudio de determinada materia, en oratoria, en debates y hasta en relaciones humanas y amorosas están determinados por nuestras últimas experiencias. El que sufrió un revés, cree erróneamente que siempre será así y mantiene esa etiqueta. Es una ley de psicología: toda información nueva, al penetrar en la mente, tiende a sustituir la información antigua relacionada con el mismo tema. Así, la clave para ser diestro en algo no es sólo practicar cuando sale bien sino intentarlo una y otra vez cuando sale mal… Un hombre
vale no por los triunfos que ha acumulado sino por las veces que se ha levantado de sus fracasos.”
— La Fuerza de Sheccid - Carlos Cuauhtémoc
vale no por los triunfos que ha acumulado sino por las veces que se ha levantado de sus fracasos.”
— La Fuerza de Sheccid - Carlos Cuauhtémoc
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