miércoles, 1 de febrero de 2012

Enemigo de sí mismo.

Pide demasiado, aún sin pedir nada. Llueve cartas desde el cielo suplicando un amor que - ya sabe- va a rechazar. Abre su paraguas ante hermosas palabras de amor. Discrimina la lealtad que le ofrecen y antes que nadie derriba sus propias fortunas.
Teme ser querido, y ése es su peor desafío. Es imprudente quien dice aceptarlo como es pero vive arrastrado a la cadena de una mala mujer que no ve ni su sombra.
Lágrimas intoxicadas de risas bobas, deseos de hoy en el balcón de los suspiros, fuertes convicciones de un mañana mejor y un par de amores sinceros esperando florecer.

Tímida en el mar.

Una ola lejos se apresura en el mar. Tiembla sola aunque esté rodeada de figuras como la suya.
Acaricia el pelo de otra ola y por fatigoso temor al rechazo, huye.
El mar la copia con su sal y la envuelve entre espumas inflamables. La danza le devuelve el equilibrio y se reincorpora ante sus extrañas acompañantes.
Pero ella pide en silencio que alguna la abrace y le enseñe su danza simétrica, porque esta ola, aunque quiera demostrar que se lleva el mar por delante, no sabe nadar.
Pequeña, triste y cambiante se acobarda entre los recovecos de su temido mar.
Ya es de noche y la calma del ocaso la esconde de los ojos de los demás pero sabe que por la mañana todo volverá a ser igual.

Pablo Neruda

"Cuando crezcas, descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello pero tampoco dejarás que tus errores se repitan."