domingo, 26 de agosto de 2012

"El corazón tiene razones que la razón no entiende."


EL CORAZÓN TIENE CEREBRO.

Se ha descubierto que el corazón contiene un sistema nervioso independiente y bien desarrollado con más de 40.000 neuronas y una compleja y tupida red de neurotransmisores, proteínas y células de apoyo.

Es inteligente

Gracias a esos circuitos tan elaborados, parece que el corazón puede tomar decisiones y pasar a la acción independientemente del cerebro; y que puede aprender, recordar e incluso percibir.

Existen cuatro tipos de conexiones que parten del corazón y van hacia el cerebro de la cabeza.

1. La comunicación neurológica mediante la transmisión de impulsos nerviosos. El corazón envía más información al cerebro de la que recibe, es el único órgano del cuerpo con esa propiedad, y puede inhibir o activar determinadas partes del cerebro según las circunstancias.
Significa que el corazón puede influir en nuestra manera de pensar.
Puede influir en nuestra percepción de la realidad y por tanto en nuestras reacciones.

2. La información bioquímica mediante hormonas y neurotransmisores. Es el corazón el que produce la hormona ANF, la que asegura el equilibrio general del cuerpo: la homeostasis. Uno de sus efectos es inhibir la producción de la hormona del estrés y producir y liberar oxitocina, la que se conoce como hormona del amor.

3. La comunicación biofísica mediante ondas de presión. Parece ser que a través del ritmo cardiaco y sus variaciones el corazón envía mensajes al cerebro y al resto del cuerpo.4. La comunicación energética: el campo electromagnético del corazón es el más potente de todos los órganos del cuerpo, 5.000 veces más intenso que el del cerebro. Y se ha observado que cambia en función del estado emocional. Cuando tenemos miedo, frustración o estrés se vuelve caótico. Y se ordena con las emociones positivas.

Sí. Y sabemos que el campo magnético del corazón se extiende alrededor del cuerpo entre dos y cuatro metros, es decir, que todos los que nos rodean reciben la información energética contenida en nuestro corazón.

¿A qué conclusiones nos llevan estos descubrimientos?

El circuito del cerebro del corazón es el primero en tratar la información que después pasa por el cerebro de la cabeza. ¿No será este nuevo circuito un paso más en la evolución humana?

Hay dos clases de variación de la frecuencia cardiaca: una es armoniosa, de ondas amplias y regulares, y toma esa forma cuando la persona tiene emociones y pensamientos positivos, elevados y generosos.

La otra es desordenada, con ondas incoherentes y aparece con las emociones negativas.
Sí, con el miedo, la ira o la desconfianza.

Pero hay más: las ondas cerebrales se sincronizan con estas variaciones del ritmo cardiaco; es decir, que el corazón arrastra a la cabeza. La conclusión es que el amor del corazón no es una emoción, es un estado de conciencia inteligente.

El cerebro del corazón activa en el cerebro de la cabeza centros superiores de percepción completamente nuevos que interpretan la realidad sin apoyarse en experiencias pasadas. Este nuevo circuito no pasa por las viejas memorias, su conocimiento es inmediato, instantáneo, y por ello, tiene una percepción exacta de la realidad.

Está demostrado que cuando el ser humano utiliza el cerebro del corazón crea un estado de coherencia biológico, todo se armoniza y funciona correctamente, es una inteligencia superior que se activa a través de las emociones positivas.

Este es un potencial no activado, pero empieza a estar accesible para un gran número de personas.

¿Y cómo puedo activar ese circuito?

Cultivando las cualidades del corazón: la apertura hacia el prójimo, el escuchar, la paciencia, la cooperación, la aceptación de las diferencias, el coraje.

Es la práctica de pensamientos y emociones positivas.

En esencia, liberarse del espíritu de separación y de los tres mecanismos primarios: el miedo, el deseo (avaricia) y el ansia de dominio, mecanismos que están anclados profundamente en el ser humano porque nos han servido para sobrevivir millones de años.

¿Y cómo nos libramos de ellos?

Tomando la posición de testigos, observando nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos, y escogiendo las emociones que nos pueden hacer sentir bien. Debemos aprender a confiar en la intuición y reconocer que el verdadero origen de nuestras reacciones emocionales no está en lo que ocurre en el exterior, sino en nuestro interior.

Cultive el silencio, contacte con la naturaleza, viva periodos de soledad, medite, contemple, cuide su entorno vibratorio, trabaje en grupo, viva con sencillez.

Y pregunte a su corazón cuando no sepa qué hacer.

Annie Marquier, matemática e investigadora de la conciencia. Profesora en la Sorbona, Francia y luego fundó en Quebec el Instituto para el Desarrollo de la Persona. Es autora de El poder de elegir, La libertad de ser y El maestro del corazón. “El ser humano lleva consigo un potencial extraordinario de conciencia, inteligencia, sabiduría y amor; descubrimientos científicos recientes lo constatan.



domingo, 20 de mayo de 2012

De ésas personas.

Hicieron todo aquello que les decían los impulsos. Intentaron olvidar y no echar cuenta a la razón. Solo querían hacerse saber que es lo que verdaderamente sienten. Son de esos tipos de personas que creen ser fuertes pero por dentro son débiles. Que saben olvidar con la cabeza pero no con el corazón, que quieren comerse el
mundo pero al final siempre acaban comiéndose la cabeza. Que quieren gritar millones de cosas pero de tantas solo gritan dos. Son de las personas que solo tienen claro una cosa en su vida y es que quieren ser felices, pero cuando están apunto de conseguirlo siempre hay algo que falla. Que guardan sus problemas para no preocupar a nadie, pero mientras más se los guardan más daño se hacen. Pero ¿saben? también son de esas personas que al final rectifican el error. Que cuando se caen se levantan cueste lo que cueste. Que aunque se sientan como una mierda sonríen. Que cuando crees que ya conoces todo de ellos, ¡pum! conoces cosas nuevas que te dejan realmente impresionado/a. Pero sobretodo son de esas personas que no saben llevar la mecánica del amor.

viernes, 13 de abril de 2012

Y que seas libre.

Imagina una ciudad en la que el graffiti no es ilegal, una ciudad en la que todo el mundo puede pintar donde quiera. Donde cada calle está inundada con millones de colores y pequeñas frases. Donde esperar el bus nunca ha sido aburrido. Una ciudad viva que pertenece a todos, no sólo al Estado y a los dueños de grandes negocios. Imagina una ciudad así y no te apoyes en esa pared, está recién pintada.

miércoles, 11 de abril de 2012

Desde aquí hasta el sol.

Dicen que las cosas más importantes que nos suceden en la vida son las que menos esperamos que nos pasen. Y también dicen que cuando conoces a esa persona, lo sabes. Y no sé por qué razón exactamente, pero dicen que lo sientes y el tiempo no se detiene, pero dejas de tener prisa. Y no importa el pasado, ni qué vida tuviéramos o dónde tuviéramos pensado ir, porque todo, completamente todo, nos ha traído a uno al lado del otro. Lo que vale es lo que vale y lo demás solo pasó para hacer más duradera la espera... Dicen que cuando conoces a esa persona lo sabes, y ahora sé por qué... Porque se siente. – susurro en su oído. Tan suave como la rosa que esta mañana mantenía en sus manos. ¿Por qué tenía que hacerlo tan difícil? Ella retiro un poco su cabello de su rostro y le dedico una sonrisa. se odiaba en ese momento, pero debía sincera. Aquellas palabras calmaban su corazón y el miedo de la oscuridad. No era un buen momento para hablar, porque se encontraba lo bastante ebria, pero que más daba, se encontraba en sus brazos, y parecía que él disfrutaba de aquella cercanía. - Me llenas como nadie más podría, desde aquí hasta el sol.

jueves, 9 de febrero de 2012

Motivando el relato.



LISBON REVISITED (1928)
Traducción de José Antonio Llardent.



Nada me ata a nada.
Quiero cincuenta cosas al tiempo.
Con angustia del que tiene hambre de carne anhelo
no sé bien qué:
definidamente lo indefinido...


Duermo inquieto, y vivo en el soñar inquieto
de quien duerme inquieto, a medias soñando.
Me cerraron todas las puertas abstractas y necesarias.
Corrieron cortinas ante todas las hipótesis que podría ver en la calle.
En el callejón que yo encontré no hay el número de puerta que me dieron.




Desperté a la misma vida que me había adormecido.

Hasta mis ejércitos soñados sufrieron derrota.

Hasta mis sueños se sintieron falsos al ser soñados.
Hasta la vida tan sólo deseada me harta -hasta esa vida...

Comprendo a intervalos inconexos;
escribo en los lapsos de cansancio;
y es tedio hasta del tedio lo que me arroja a la playa.


No sé qué destino o futuro compete a mi angustia sin timón;
no sé que islas del Sur imposible me aguardan, náufrago;
o qué palmares de literatura me darán un verso al menos.

No, no sé esto, ni otra cosa, ni cosa alguna...
Y en el fondo de mi espíritu, donde sueño lo que soñé,

En los campos últimos del alma, donde memoro sin causa
(y el pasado es una niebla natural de lágrimas falsas),
en los caminos y atajos de las florestas lejanas
donde supuse mi ser,
huyen desmantelados, últimos restos
de la ilusión final,
mis ejércitos soñados, derrotados sin haber sido,
mis cohortes por existir, despedazadas en Dios.


Otra vez vuelvo a verte,
ciudad de mi infancia pavorosamente perdida...
Ciudad triste y alegre, otra vez sueño aquí...
¿Yo? Pero, ¿soy yo el mismo que aquí viví, y aquí volví,
y aquí volví a volver y volver,
y aquí de nuevo he vuelto a volver?
¿O todos los Yo que aquí estuve o estuvieron somos
una serie de cuentas-entes ensartadas en un hilo-memoria,
una serie de sueños de mí por alguien que está fuera de mí?


Otra vez vuelvo a verte
con el corazón más lejano, el alma menos mía.
Otra vez vuelvo a verte -Lisboa y Tajo y todo-
transeúnte inútil de ti y de mí,

extranjero aquí como en todas partes,
tan casual en la vida como en el alma,
fantasma errante por salones de recuerdos
con ruidos de ratas y de maderas que crujen
en el castillo maldito de tener que vivir...


Otra vez vuelvo a verte
sombra que pasa a través de sombras y brilla
un momento a una luz fúnebre desconocida
y entra en la noche cual estela de barco al perderse
en el agua que dejamos de oír...


Otra vez vuelvo a verte,
mas, ¡ay, a mí no vuelvo a verme!
Se rompió el espejo mágico en el que volvía a verme idéntico,
Y en cada fragmento fatídico veo sólo un pedazo de mí,
¡un pedazo de ti y de mí!...