Al leer las entradas anteriores, me he dado cuenta que soy una sufridora innata. Pero me han alegrado mis palabras, mis sentimientos pasados, los buenos y los malos. Ciertamente, más de los últimos, porque siempre me hacen más que pensar, soltar la tinta de la pluma, como lo haría un escritor inspirado, o un pintor agarrando un pincel visionando a su musa delante de él.
Realmente, mi vida sigue siendo tal y como la mencioné, es curioso como el tiempo torna los sucesos. Antes añoraba el tiempo libre, el poder descansar un día, el no estar exclavizada, y ahora tengo demasiado tiempo libre, que hasta pierdo el tiempo, evaporándose sin poder evitarlo.
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