martes, 24 de enero de 2012

Siempre se acaba.



A paso lento, volví a casa.

Hoy iba a ser el día en que te olvidase. Pero no va a ser así, ¿sabes? Yo he intentado dejar de fumar, sí, y también he intentado olvidarte. Lo hago varias veces al día, pero parece ser que el tabaco y tú, sois mis únicas adicciones. Es que todas las estrellas están brillando y me estoy deslumbrando, y no puedo evitar asomarme a la ventana, poner mí canción, encenderme un cigarrillo y acordarme de ti. Sí, recordar aquellos tiempos en los que nuestra mayor preocupación era tener los deberes del libro de inglés preparados a tiempo y que película íbamos a ver ese fin de semana. Prometimos que nunca dejaríamos de ser amigos, que siempre estaríamos apoyándonos el uno al otro. Me dijiste que nunca me dejarías sola. Y es verdad, que en aquel entonces si lo cumpliste, pero, ¿y ahora? ¿Qué pasa? ¿Qué hemos crecido y con los años se nos ha olvidado vivir? ¿Acaso se te han olvidado todas las promesas? Yo creo que si… Parece ser que yo no he crecido, porque mi mayor preocupación es qué te voy a decir cuando te vea al cruzar la esquina… pero no, nunca estás al cruzar la esquina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario