miércoles, 25 de enero de 2012

El motor del cielo.

Es fácil no hacernos cargo de las cosas, es fácil postergar los deseos y el tiempo.
Hasta es necesario, diría.
Planeamos los días como hojas al viento, como cosas que realmente pasarán de una sola manera, sin darnos cuenta de que nada, absolutamente nada es estático. La energía transforma millones de células que todo el tiempo evolucionan en nuestro reloj universal.

Nada es así por nada, las cosas suceden por algo, son de una manera pero también cambian al ser, lo estático es mentira. El destino no existe, el tiempo, el mañana. El único motor del cielo es el presente, este instante, ahora.



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