"Con nada que ocultar, con todo por delante" dice Sabina en una de sus tantas canciones que periódicamente me hacen reflexionar.
Muchas de las cosas en las que me cuesta creer, avanzan poco a poco y me convencen sólo por existir desde su carácter amigable.
Desconfío de la vida, dice una vieja canción y yo desconfío de mi sombra, por si acaso pero esta vez con la seguridad de no querer dañar ningún lazo, ningún yo suelto en boca de los demás.
Pero desde el vaivén y los glaciares, acude mi imagen a su sombra pura. A lo más escondido de mi mente, de lo más sencillo y simple a la delicia de ser yo.
El corazón se mantiene intacto, limpio y feliz. Y lo demás, es lo demás.
Pero desde el vaivén y los glaciares, acude mi imagen a su sombra pura. A lo más escondido de mi mente, de lo más sencillo y simple a la delicia de ser yo.
El corazón se mantiene intacto, limpio y feliz. Y lo demás, es lo demás.
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